Morir en Dios…
Quiero morir en ti Dios…
Pasearme en tu alma
y saber tus secretos.
¿Por qué me rompes el alma?
Si sabes que vivo y espero.
Morir de amor contigo, Dios,
Es mi deseo y eso espero.
Acércame a ti que soy débil
En la penumbra de la noche
Cuando mis miedos me comen el alma
Cuando llorar de pena ya no puedo
Movida por el viento de los necios
Me quedo ensimismada en mí.
Como árbol sin fruto.
Sueños rotos pasados por el tiempo,
Noches sin dormir, ¡Soñando!
Un silencio que se hace silencio
Y me esculca los sentidos.
¿Qué busca? Los sentimientos se han ido.
Llueve en mis mañanas y tengo frío.
Frío de muerte de sombras.
No te vayas Dios, no te vayas.
¿Que será de mí sin ti?
Se puede acabar todo, hasta el amor.
Pero tú no te puedes ir de mí,
Es un pacto de amor tuyo y mío,
Aunque yo me haya ido por los aires,
Confundida al sentirme amada.
Y dejar mis vestidos en otra parte
No me dejes Dios… ¡no me dejes!
Volví sí, volví de lejanas tierras,
Donde se come la carne y el vino,
Donde mi pecho arde de amor
Y mis ropas son despojos.
Donde caminas desnuda y nadie te ve.
Porque sus ojos están en otra parte.
Volví sedienta de amor, allí no había.
La indecisión se lo comió la pena lo devoró.
Dormir en ti quiero, Dios,
Para no despertar nunca.
Después de esta guerra
-Ya no quiero pelear nunca-
Desfallezco en tu pecho.
Abrázame en mi desconsuelo.
¿Porqué me fui de ti?
Tú amas y perdonas por gracia.
Si la tumba, quedó vacía
En ella no estas… porque estás en mí.
Morir contigo ¡oh Dios!
Ante la desesperanza que me abraza,
En ti quiero estar… donde vivo y muero.
-Dios me siento como un soldado herido
después de esta cruenta guerra espiritual-
(Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno porque tú estás conmigo… Sal 23: 4)
-Abril 11 de 2011-
Alicia Pérez Hernández
(No es la pluma la que escribe es el alma)