A veces el amor no llega cuando quieres
puede tardar un poco pero siempre ha de llegar
y es mejor no ponerlo en perspectiva
porque cuando menos lo esperas,
a tu puerta ha de tocar.
Asi es el amor que llega sin saberlo,
que llega y se convierte, en vena de tu ser
que irriga la sangre de tu cuerpo
y te cambia la vida y te hace soñar,
porque puede llegarte en un suspiro
que el viento te trae en su soplar,
en el fulgor de la luz de una mirada
y también en el perfume de una flor.
Asi llega el amor, sin tú saberlo
y cuando llega, no lo puedes obviar
porque te flecha el corazón y sin remedio
se cae rendido sin poderse uno escapar.
Por eso, no debe buscarse con premura
poque a veces en la prisa uno se puede equivocar
y no hay porqué apurarse, porque llega espontáneo
y de ese flechazo, si que no se puede uno librar.