Sonríes al pasar, con ironía,
porque me juzgas un rival vencido...
¡Imbécil! La mujer que has elegido,
antes que fuera tuya ha sido mía.
En sus labios de rosa bebí un día,
la esencia del licor apetecido.
Y tú, ¿de qué te ríes? ¿Qué has bebido?
¡Las sobras de la copa de ambrosía!
Federico Barreto