Luz de madrugada
que me trajo
la luz de tu mirada,
insensatos mis pasos
hacia ti me dirigian
y con gran lenocinio
las estrellas un coctel
de coincidencia se servian,
mis ojos inocentes de lo que verian
mi mente abstrabta de qué sucedería,
y ahi estabas tú esperando
algo que yo nunca imaginaría.