A Clyo.
Arte son tus ojos.
Silenciosos, egoístas…bellos.
Nadie sabrá lo que trasmiten
hasta que estrenes suspirar
Con tus pestañas.
La profecía se cumple,
el tiempo fraccionado en relámpagos traduce
halagos del cielo, y una que otra nube.
Llamas al silencio con tu mirada límpida;
Y el viento ahogado en palabras leves,
conjugan tus pupilas con los gladiolos silvestres.
Y Yo que lo he visto... no tengo palabras.
Arte es tu cabello.
Rebelde, apasionado…revuelto.
Do sostenido menor marcó el viento
cuando dejaste suelta tu atadura.
Dibujando olas en lo oscuro
apareciste;
Invisible, resuelta, risueña;
Acariciando mis madrugadas
con sabor a sueños de estío.
Y yo que lo he visto... no tengo palabras.
Arte son tus labios.
Canto de mirlo a mis oídos.
Elixir tus verbos
Embeleso el sustantivo.
Y la calle muda celebra
cuando sales tú entre todas.
Asilo de besos que muriendo
piden ser rescatados,
sin anticuerpos que
resistan los puntos suspensivos...
Y yo que lo he visto... no tengo palabras.
Arte es tu piel.
Blanca como el Cotopaxi.
Derritiendo el deseo de caminar
por cada célula que divide la realidad.
Puerto de ojos atrevidos de rozar
tus manos suaves
como algodón.
Y vuelan los suspiros
como dientes de león
en tu espalda.
Y yo que lo he visto... no tengo palabras.
¿Y tu belleza es arte?
Pregúntale a una estrella púrpura.
Al suave delirio de una hoja envejeciendo.
A un camino envuelto en frailejones.
A las olas del desierto.
A un bosque de coníferas pintado de azul.
Y al millón de respuestas que me hice cuando te vi.
tal vez pregúntale al chico que te gusta...
Y si aun no crees lo que te dicen, ¡pregúntamelo a mí!
Pues yo que lo he visto todo, contigo no tengo palabras.
La belleza es el arte de expresar
la sonrisa con silencio,
E inmolar las huellas frescas de la arena
por la inspiración de algún pretexto.
¿Y aun así dices no ser artista?
Y yo que te he visto…No tengo palabras.