\"El amor en el diario vivir/ puede ser una lágrima más por derramar,/ por ser mentira que nos hace sufrir/ o verdad que nos hace llorar\".
Se fue y no me dio chance de expresarme,
en verdad creo que no llegó a conocerme,
la vida le dio tiempo para bien educarme
y ese tiempo se hizo corto para quererme.
Si yo hubiese sabido que tan pronto se iría,
tal vez algunas cosas las habría apresurado,
algún te amo muy guardado en mí le diría
o un abrazo de tantos que habíamos negado.
Eso no es del todo cierto, pues sí lo abracé
pero mis abrazos nunca fueron entendidos,
esos gestos de cariño que tanto le expresé,
por alguna razón no calaban en sus sentidos.
En algún momento fue mi héroe, lo admiré
y quise ser así como él sin mucho dudarlo,
sin embargo debo hoy admitir que fracasé
en cada intento por seguirlo o por imitarlo.
Hubo cosas en mi vida que quise que viera,
que viniendo de mí, habrían sido su orgullo,
que notara que su hijo triunfaba a su manera,
pero en cada triunfo había algún rastro suyo.
Que daban los frutos en mí sus enseñanzas,
que no fueron para nada vanos sus intentos,
que se dio eso en lo que basó sus esperanzas,
que heredé de algún modo sus sentimientos.
Sin dudas que fue para mí la mejor herencia
el hábito de leer que desde niño me inculcó.
Hoy siento en tantas cosas mías su presencia,
que aunque el tiempo fue corto... nos alcanzó.
Donde esté seguramente mucho de mí ha visto,
me ha acompañado en mis recordados instantes,
ya sabrá que lo amé y que yo para amarlo existo,
lo entenderá ahora, aunque Dios se lo llevó antes.