El de las Rosas

Huellas en la arena

Caminamos, en la noche, por la playa,

Dejando, nuestras huellas, en la arena,

En la quietud, de la noche, se escuchaba,

Tan solo..., un canto de sirenas.

 

Nos quedamos, tendidos, en la arena,

Y, con la luz de la luna, te vi hermosa,

Luna llena, apacible, quieta, serena,

Una noche, de luz, esplendorosa.

 

La magia, de la noche, envolvió,

El momento placentero, que pasamos,

Un susurro, de tus labios, se escucho,

Al tocar, tu cuerpo, con mis manos.

 

Tus labios me ofreciste, entreabiertos,

Me acerque, a ellos, lentamente,

Me diste, la dulzura de tus besos,

Unos besos, que sentí, tan diferentes.

 

Cubrí, tu cuerpo, con mis manos,

Esculpiendo, emocionado tú figura,

De arriba a  abajo, palmo a palmo,

Resaltando, sobre toda, tu hermosura.

 

Transcurrió, el tiempo, y fue nuestro,

El hechizo, de la noche tan serena,

se cubrio  la desnudes, de nuestros cuerpos,

Tan solo, con el polvo, de la arena.

 

Te ame, con pasión  y con vehemencia,

Me amaste, intensamente a tu manera,

Ahí, quedaron, nuestros cuerpos,

Fielmente dibujados..., en la arena.

 

La arena, inmaculada, fue testigo,

 del idilio, de amor, que ahi pasamos,

 yo envolvi, todo tu cuerpo, con la magia,

 la magia de amor que habia en mis manos

 

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