Ideas vagas, solas, oscuras
Nacen del deseo, el miedo y la plenitud
Asoman, llegan, dan un paseo y se van
Esperan latentes la soledad del hombre.
Aguardan.
El hombre… despierta cotidiano
Busca su historia, recuerda su vida y la guarda
Los compromisos, las sonrisas, la incertidumbre,
El deseo, el miedo, la plenitud, la noche, la soledad y la mujer.
Aguardan.
La mujer… eterna y lúcida, etérea y frágil,
Danza en el aire, llena los pulmones, desgarra su pellejo,
Expira y se esfuma como el viento, para no estar donde nunca ha estado
Para tender su imagen en el delirio lunático de la noche.
La noche… cómplice y celestina, guarda lo no visto,
lo no oído, lo no hablado, lo no recordado,
Del alma libre, plena y sola.
Aguarda.
El alma… llega cansada cargando al hombre, suelta su equipaje
Busca la mujer, la expone a su soledad, la digiere, la utopiza
Se sumerge en la catarsis de su contorno
La mata y la guarda en la sombra impotente del hombre
Que aguarda… la soledad y la luna.