Eran las dos de la madrugada,
el ruido de la lluvia me despertó,
solo había una oscuridad absoluta
y una lluvia que apareció.
Pensé que en ese momento me olvidabas,
que no querías saber ya de mí,
que poco a poco tú me dejabas
y me separabas de ti.
¡Qué tristeza y que vacío!
nunca me había sentido así,
solo oía que la lluvia
me acercaba más a tí.
Y no acababan las gotas
y no paraba de llover
y de tanto pensarte me dí cuenta
que no era lluvia lo que había ahí
Era llanto que brotaba,
era un río sin fin,
era mi alma que lloraba
por que me dejabas ahí.
Sola y abandonada,
triste y sin tu amor,
todo lo que de tí tenía
ya no estaba más en mí.
Y no paraba mi llanto,
y yo quería saber,
que había causado esta pena
si yo tan solo te amé.
Nunca me lo dijiste,
tu silencio me sepultó
y ahora ahí en mi tumba
sigo llorándote yo.
YOLANDA BARRY..