La alborada de tus ojos
Resplandece cual estrella
Y tu amor en labios rojos
En mi boca deja huella
Es la hermosa fantasía
Que me entregas día a día
Se han abierto tus pupilas
En partículas de brillo
Resplandecen tan tranquilas
En cabellos amarillos
Caen rizos cual centellas
En tu rostro de doncella
La ventana de tu alma
Da destellos cegadores
En mi espíritu se plasman
Y mi cuerpo guarda amores
De fugaces luz de auroras
De mi Diosa protectora
Y en enredos de tu cuerpo
Se despiertan mis caricias
Tu armonía he descubierto
Entre almíbar y delicia
Es la miel de tu saliva
Que en placer es excesiva
Aferrándome a tus brazos
Me cautivo en tus respiros
Me sumerjo en tu regazo
Absorbiendo tus suspiros
Es la brisa fantasiosa
Donde duerme voz preciosa
Y amanezco entre tu almohada
En dorada luz divina
De textura delicada
Y entre albura femenina
Me atrapaste nuevamente
Para amarte eternamente…