Me llamo Pedro y a orillas del rio nací
Y subido a una barca toda mi vida pase.
muy pocas cosas nuevas veo ultimamente,
siempre pase tormentas, vientos, noches sin luna.
Cuando las redes se atoran por las rocas,
poca cosa me es el hundirme en lo profundo para liberarlo,
agotadoras jornadas es lo común.
Pero hoy vi un milagro.
Todo el dia haciendo de mozo,
mas a la noche a la barca a remar,
viento en contra, olas altas,
a la otra orilla llegaremos pase lo que pase.
El Maestro sin duda nos encontrará allá.
Ya cerca del amanecer y
muy cansados los hombres de remar
vimos algo venir;
sin dudas era algo nuevo,
¿sera un milagro?
No... ¿Un fantasma!
Todos se pusieron a gritar...
Dude un poco, pues ¿era el maestro?
o era lo que yo en realidad queria ver..
¿Será el Maestro?
¿será un milagro?
Parecia no ser afectado
por el viento que nos estremecia a nosotros.
Aunque la vision era mas por de mas mas extraña
que todo alrededor...
Una voz familiar nos consolo...
¡¡YO SOY!!, dijo........
Era lo que queria oir,
pero los hombres aun seguian tensos...
Debo demostrar coraje, pues se dirije a otro lado..
Yo debo ir a El y demostrar a los hombres que es el Maestro......
Que yo soy el fuerte..
-Señor, si eres tu, mandame junto a ti- Grité.
Pude ir nadando,
buceando
pero como habia visto un milagro se me ocurrio ir caminando...
-Ven- dijo el Maestro.
Saltar de la barca, cansado por la jornada no es poca cosa.
Saltar al agua embravecida por el viento y las olas solo es de valientes....
Yo...
ciertamente lo hice,
pero fue para calmar los ánimos a los hombres y traer al Maestro.
Un milagro aconteció:
Las olas me llevaron sobre ellas,
pero mi ánimo no supero el esfuerzo de mantenerme parado...
No es poca cosa caminar sobre las olas bravas,
llegué al límite de mis fuerzas,
un calambre me hizo una mala jugada....
Aun con el milagro.
Ví un milagro.
Ví la mano del Maestro sosteniéndome.
La mano del Maestro salvándome,
¡¡Ese fue el verdadero milagro de mi vida!!
Me llamo Pedro, a orillas del rio naci y al Maestro encontré