Franklin Sandi

La tristeza es adictiva

La tristeza es un vaso tan lleno

que rebalsa

o tan vacío que duele.

 

Tan lleno de lo que no hay

o tan vacío de esperanza.

 

Si no estuviese muy lleno o muy vacío

quizá no sería triste.

 

Es triste por que hay en demasía nada

o porque hace falta todo.

 

La tristeza te mira desde adentro

como un perro enjaulado

y te interroga.

 

Sus parpados hacen volar recuerdos

y aprisionan olvidos.

 

De cualquier modo

y aunque te laves las manos con luz

la tristeza es adictiva.

 

Si la pruebas

no te abandona nunca

así mires que te llama el arco iris.