Sin tu desearlo
-es lo que quiero pensar-
me has condenado y sentenciado
¡tu mandato!
estar fuera de tu vida
¡mas si crees que a la sentencia visceral apelare!
¡qué rogare clemencia!...estas errado
a ella…me someteré.
No quisiste escucharme
cuando el momento era preciso
tan solo me juzgaste
sin importante…si algo tenía que decir
sí me consideraba…culpable o inocente
¿a qué reo se le niega confesarse!
Tu entendimiento…se cegó
tu razonamiento…no escucho
tu alma…no supo de piedad
tu corazón…del amor se olvido.
Te fue más fácil…creer en alguien más
-¡dios no lo puedo creer!-
¡qué en ésta!…que su vida…por ti da;
te contaron…
¡que tu amada!…tu amor había mancillado
tu pecho…¡hirvió de enojos y de celos!
no supiste distinguir la verdad de la mentira
¡jamás cuestionaste el rumor!
ni a quien tu corazón envenenó
¡no pensaste en ti…en mí!
en…todos esos años compartidos
en…todas esas tardes que en tus brazos me arrullabas
en todas esas noches…que completamente a ti me entregaba
. ¡no pensaste en nuestro amor!
Mas te digo y te pido
que si mis ojos a otros con amor han visto
¡se implacable con ellos!...y arráncalos de mí
pues mis ojos son tus ojos
¡y si verte no quieren más!
para qué los quiero en mí
¡si tu ha sido mi vida!
mi alma…tú la tienes
-hace tiempo atrás te la entregue-
Mas si nada de ello…tu corazón conmueve
y la ira te domina
me someto a tu sentencia
mas…deja que mi condena
sea yo quien la decrete
…si tu eres mi vida
y sin ti…la vida no tiene razón de existir
¡se tu! quien mi vida tome en sus manos
¡se tú mi verdugo!
y dame…la muerte.
NM de la Rosa
D.R.