Con un puño de acero
dilatas la rosa ,aplasta
la costilla con el dril
de tu espanto.
a pesar yo no juzgo el que te quiere tanto
ni el panal de placer el engañar de mi boca
El misterio y el deseo apoderan tu mente
los caracoles rotos se entierran en mi seno
quizás yo no juzgo porque estoy presente
verdugo maloliente ,ardor que contengo.
Dejad amar el olor de las rosas
sacad los nudillos y dilata la colmena donde se encuentra mi polen
morir en silencio,morir en tu mente
y en tu olvido pensar que soy costilla de nuevo.