Cuando hieran tu corazón
y el pesar esté contigo,
reza al señor una oración…
no pidas para aquél castigo.
Una lágrima de tristeza
demuestra una inmensa bondad,
una mirada fija y perversa
el resentimiento y la maldad.
No por haber sido herido
recojas de la vida rencor,
por muchos podrás ser querido
no le cierres las puertas al amor.
Aprenderás a ser selectivo,
y a no entregar todo tu candor;
a no ser vengativo,
si te ocasionan un gran dolor.
Cultiva en tus sentimientos
el perdón y la tolerancia,
dicta una ley a tu pensamiento;
tu amor propio sin arrogancia.
Aprecia tu hermosa existencia
y muestra al mundo tu verdad,
de todas tus experiencias
construirás el arca de la felicidad.