LEJOS DE TODO
Lejos de todo, para escapar de todo; Eran vastos gritos los de ambos y detrás la niña lloraba con un llanto incontenible que se derramaba por toda la escalera pasando luego entre la enramada del jardín filtrando los calcetines y los zapatos que ya eran olvidados entre la maraña de los muebles costosos. Para no estropearme los pantalones importados tuve que salir flotando en mi baúl casi reventado de palabras que mejor calle. Quise traerla conmigo pues que culpa tenia ella de los gritos, de las muecas, de este matrimonio de embarazo, pero temí cruzar agravios de nuevo con Fernanda.
Ya se estaba muriendo la tarde que hoy sangraba en el horizonte como nunca había sangrado y todo se tiño de rosa, las golondrinas surcaban el cielo desparramando surcos navegables para los insectos. Me recuerdo de niño imaginando la vida como una rabieta de dios, yo no podía volar pero los escarabajos tenían alas. A veces capturaba pequeñas aves que luego ataba a mis brazos, eran mis alas, pero nunca pude volar más allá del horizonte conocido, hasta que el peso de los años me condujo al caudal de los menesterosos, de los portafolios, de los horarios y los sueldos incapaces.
Quiero algo mejor para mi pequeña Alejandra, quiero la sonrisa de Fernanda, quiero volar con ellas sin las ataduras de la gravedad y callar para siempre las palabras reprimidas. Quiero un cielo-océano navegable para formar surcos y mostrar el camino a los menesterosos con portafolios. Lejos de todo, para escapar te todo.