Tengo algo
en el pecho
que te pertenece,
lo olvidaste
por la rapidez
con que empacaste
el resto de tus cosas.
Al marcharte
quedó triste
como una idea.
Tengo algo
que te pertenece,
viene y va
como un péndulo
y parece que tiene
voz propia,
porque despacito,
en cada movimiento
pronuncia tu nombre
en una sola sílaba.
Tengo una cosita
que te pertenece
dime- ¿Qué hago con ella?