carminha nieves

DETRAS DEL CRISTAL

 

Ojos tristes, mirando  detrás del  cristal de la ventana, la gente, los coches, las nubes gruesas en el horizonte.

Ojos tristes, vacíos, parados, ojos que ya tanta cosa han visto, ojos que de felicidad y disgustos han llorado.

Ahora, miran ya no lloran por nada, solo miran, no sienten, ni transmiten emociones al corazón. Cansados, de tanta vigilia, en su vida, cansados de pedir en silencio un poco de cariño, de con ansia buscar otros que le dijeran, “te quiero”, ahora están  descansando.

 Solo miran, ya tienen otros que le hacen compañía, mismo si están lejos.

Por lo menos, una hora feliz, la tuvieran, al encontrar compañía, por eso estarán parados sin sentir ni darse cuenta de lo que miran por la ventana.

Mas tarde, tendrán compañía, más para el final de la tarde, miraran con cariño otros que los quieren. El día es una espera de su final, para que vuelvan a tener vida. Ellos saben que otros ojos oscuros insondables, los miraran y les dirán “vos quiero”.

Con un sol avergonzado, rompiendo por las nubes claras y gruesas, la esperanza es realidad, la incertidumbre, no existe, ojos tristes,  cansados, de tanta injusticia, pero brillantes, llenos de vida, ojos que acarician tu figura, que  aman la vida, que miran para allá de las montañas, que parpadean, por la luminosidad, que  tanto buscaran alguien en medio de la multitud. Ojos tristes solamente porque tu no estas siempre  presente.

¡Como son felices, con  tu mirada,  de amor! ¡Como llaman el corazón, para que lo sienta! Ojos bellos, oscuros también, que sin palabras dicen todo, ojos solamente tristes, por que tu no estás.

Al atardecer, se llenaran de vida, marcha el día, vienes tu, que eres de nuevo claridad, sol y felicidad.

Algo sin explicación, algo que no se entiende, algo que existe y no se ve, algo que se siente y solo los ojos tristes saben lo que es.

Sin espada  he luchado, sin palabras duras he explicado, sin sentido de venganza he  nadado contra la corriente, hasta quedar con los brazos dormidos, para poder estar detrás del cristal mirando la calle y las nubes blancas como la nieve y esperar, por el fin del día para mirar tus ojos oscuros y tener tu abrazo.

Deseo que todos puedan tener  ojos tristes, por lo menos una vez en la vida, para que sepan lo que es  ser feliz.

Tristeza no es infelicidad solamente, es  no poder tener lo que deseamos siempre,  en nuestra vida, es la espera, es  deseo de  nunca estar sola, sin tener a nadie por quien aguardar el  final del día.

Oporto, 20 de Junio de 2012

Carminha Nieves