Cuando muere una flor
Los cielos limpios y azulados
Se vuelven borrascosos
A la vista llorosa
De algún poeta y sus recuerdos
Cuando muere un canario
Sus cuerdas ya sin resilencia
Solo silbarán en los recuerdos
Llenos de saludos en sus despertares
Cuando muere una roca
Jamás nos daremos cuenta
Y ella lo sabe en su interior
Por eso sus alegrías
Cuando saluda al canario silbador
A la belleza de la flor
Y saluda al poeta
Que logra plasmar en sus colores
La bella montaña viviente
.
Que sube orgullosa
Por esos cielos limpios y azulados
Poema dedicado a Gonzalo Rojas,
Poeta chileno ganador del primer premio “Octavio Paz”,
Minero de corazón,
Con este espíritu fraterno continental que nos embarga.