No somos puntos en el aire
ni flechas que unen instantes en el espacio
no somos planos sobre una mesa plana
ni dados que ruedan en un cruce de caminos.
En realidad solamente somos
pero no existimos
no sabemos cómo tiembla el agua
ni cómo se anida el viento en los cabellos
ni qué sabor tiene un beso.
Habitamos los reflejos que transcurren
de la crátera del todo
a una parte concisa de la nada
o a la inversa (que es lo mismo).
Somos solo recuerdos mudos
u olvidos abandonados que nos buscamos
en los puntos en las rectas en los cubos
para alguna vez tener forma
y quizá poder abrazarnos.