Niñez mágico encanto,
edad de sueños y proezas,
donde el vuelo de los pájaros,
se nos hace una odisea, una aventura,
donde la alborada irradia en las
diáfanas centellas de los cielos…
Triste despertar de un mágico vuelo: mis ciudades…
mis calles… mis praderas… mis caminos… mis pueblos…
¡Oh los pueblos! ¡Adornados de olvido!
Los niños de tu pueblo y de mi pueblo
estrangulados por la mano torturosa que los guía,
abandonados a su suerte, vislumbrados por el hechizo
de la guerra y la pobreza, de la oscura soledad,
entregados a la suerte, de quienes desdibujan sus dibujos,
entre la delincuencia, los vicios y la tortura que sus mano les obsequia.
Más allá del abandono que empobrece su mañana,
niños que deambulan…, niños que mendigan…,
niños que aniquilan…, niños abusados…,
niños torturados…,niños olvidados…,
Mientras en su nombre llenan los bolsillos los políticos
y en nombre de sus pueblos.
Niñez mágico encanto,
que en las sombras de la noche dibuja la orfandad,
la mezquindad la pobreza, la locura…
mientras muchos admirando la mañana,
engañados sin cesar sonríen al despertar
de un confuso mañana,
construido en las bases de una sociedad incierta,
de una niñez indigna, de una adolescencia esquiva
y de una madurez escasa…
¡Oh niñez, mágico encanto!