Poco sé de ellos que han tomado caminos
diferentes para cada día, cada ecuánime
noche que se aglomera de lo incorruptible,
el saber que la amistad persiste en los destinos.
De ellos, los destinos volverán a hallarse, si no,
para qué serviría la amistad si no es para eso,
el de verse en algún amanecer de algún expreso,
de cierta estación, o de una esquina ¿por qué no?
No lo sé, si verán el mismo albatros blanco,
algún augurio de lo que puede ser cercano
o que por esas causalidades de lo cotidiano…
¡Sí! los mejores amigos, hallarse en algún banco
de un parque, de un café, verse sin desgano;
contarse la vida sin desánimo de lo que fue lejano.
© Reservado todos los derechos de autor. David Valencia Tobón