Todos los días sin falta de luz, viene a cantarme un pájaro a mi ventana.
Bajo el árbol de la mañana.
Le he dicho que se vaya…
..que se aleje de mí.
Intentándole convencer con mil argumentos de no conveniencia a mi compañía.
Que hay infinitos bosques mucho mejores que las largas ramas de mis manos.
¿Por qué te quedas conmigo?.
Te lo tengo llorado, mira que no es bueno frecuentar mi corazón.
Ni permanecer a mi lado de canto.
Márchate todo lo lejos que puedas de ausencia.
Vuela distancia de mi mirada.
No te abraces aire.
Suspendido en la belleza frágil de mi propio cielo.
Que insistente es.
Por más que se lo vengo a repetir.
Asomándome al exterior de lo reiterado.
Vuelve cada amanecer.
Siempre está ahí posado con su canción.
Como la primavera que sin yo querer rodearme de flores.
Viene a amarme el perfume multicolor de la regresada ilusión.
Cuanto le quiero.