Como negar que he gozado
con tus besos, tus caricias
y con cada uno de tus suspiros,
que me he sentido libre y pleno
entre tus suaves abrazos,
que he disfrutado cada
intenso minuto de amor contigo,
fundido en tu cuerpo maravilloso,
con el corazón palpitando
en mil placeres indescriptibles...
Cuando el momento del éxtasis
llenaba de amor el alma
y en el preciso instante
en que nuestros cuerpos
se empapaban del hermoso
deseo de pertenecer el uno al otro,
he descubierto la diferencia
que existe entre hacerte el amor
o embriagarme de tu sexo
y me he dado cuenta que
puedo mirarte a los ojos
y murmurarte al oído un te amo,
libre de todo pecado...
J.C.S.C.