En la distancia, que no tiene fin, quedaran mis sueños, mis deseos, de ser feliz.
En la distancia, quedaran sentimientos, amigos, juventud, familia y esperanzas.
En la distancia, quedaran mis días y noches, mi futuro y mi vida.
En la distancia, que es inmensa, quedaran mis amores, mis disgustos, mis lágrimas.
Hoy, mirando hacia tras, un rastro de luz ha quedado, en el pensamiento de los que conmigo caminamos.
Hoy tengo otra distancia, la que me llevará a la vejez y a la soledad.
Aprender a vivir con lo que resta, a perdonar el mal que me hicieran, a olvidar y seguir.
De manos bien apretadas, sujetando mi corazón, sigo, intentando, que no se rompa con tanto golpe que le dan.
Lo he heredado, no fue comprado, es mio, por eso, con mucho cuidado lo defiendo, de las agresiones, que sin querer, o por maldad, le quieren hacer.
Hoy, está más seguro, tiene otro que lo defienda y lo acariña.
Si, he perdido mucha cosa, o me lo han quitado, o se niegan a dármelo, pero no importa, en la distancia que aun tengo que recorrer, la soledad, es pequeña, solo un poco de pena, por tanta dureza, que siento en quien tenia obligación de ser dulce conmigo.
En la distancia, todo ha quedado, malas palabras, incomprensión, celos sin razón, todo he quitado de mi corazón.
No quiero y no puedo cambiar mi manera de ser, siempre la misma, justa, comprensiva, amiga, atenta a los demás, puedo quedar con hambre, pero los otros tienen comida. Nada mismo, me impide de ayudar, nadie lo conseguirá.
Digan lo que digan, critiquen lo que quieran, no siendo dueña de la verdad, soy verdadera, de hipocresía nada tengo, soy libro abierto, que todos pueden leer, mismo de ojos cerrados.
Confieso, soy dura en mis creencias, en lo que quiero, en lo que es cierto y honesto. Nunca dejé a nadie hablar mal de quien ya no se puede defender, por haber marchado de este mundo. Nunca, podrán decir que he mentido o escondido algo, al revés, siempre he dejado claro, mis acciones, no lo han comprendido o aceptado, problema suyo.
Que grande es la distancia recorrida, no siento cansancio, aun puedo recorrer otra tanta, si alguien a quien debo mi paz sigue junto a mi, cómplices, como niños nos entretenemos, sin maldad, nada hacemos esforzados oh obligados,
Con pureza y alegría, reímos por no tener platos de comida y comer en los del desayuno. De casi vivirnos acampados, de andar en un coche viejecito, de no tener cortinas, nada importa, somos felices.
Podía tener todo de lo mejor, pero no quiero, como si muy pobre fuera quiero vivir, pues ya soy millonaria con mi salud y con los que me quieren bien, aun que hagan de todo para no demostrarlo.
Envidia, hare, lo se, que mas da, nos tenemos un al otro, somos felices y tenemos lo que nos hace falta, pan en la mesa, música en el alma, alegría en el corazón.
En la distancia todo ha quedado, menos mi fuerza de amar, todo lo que en la vida me hace feliz, con salud, por gracia de Dios, lo conservaré, hasta que yo termine y mi corazón se pare.
Oporto, 21 de Junio de 2012
Carminha Nieves