nelida anderson parini

COSTA RICA, UN TESORO NATURAL.

Como hilo zigzagueante,

por las lomas escurría,

oscilante serranía,

de belleza exuberante. 

 

Reptando por la colina,

sus aguas corren veloces,

corriente de frescos  goces,

con que la vida germina.

 

Reverdecen las riberas,

abrevan los animales,

repuntan los pastizales,

en eternas primaveras.

 

Cría el monte su riqueza,

prolífica y generosa.

Natural y esplendorosa,

engalana su belleza.

 

Desperdigada y gentil,

despunta la cordillera,

tupe el bosque su ladera.

con irregular perfil.

En corrugada corteza,

vagan llanuras y llanos,

 extendidos como manos,

de fértil naturaleza.

 

 Montes, volcanes y picos,

apuntalan la armadura,

con verdísima textura,

viste el suelo de los ticos.

 

Puntas, golfos y bahías,

salpican sus litorales.

Esculturas naturales,

bordean asimetrías.

 

Bocas, canales y ríos,

por belleza coronados,

fluyendo hacia los costados,

desaguan al mar bravíos.

 

Geología en labores,

entre océanos colgada,

superficie cincelada,

remecida por temblores.


Sus paisajes tornasoles,

en flora y fauna plural,

en la América Central,

entonan suaves bemoles.

 

Con belleza sin igual,

viste mi tierra bendita.

Territorio donde habita,

eterno el sol tropical.

 

Puente de diversidad,

en trasiego permanente.

Resguardando un continente,

atesora libertad.

 

Idílica Costa Rica,

tapizada de esplendor,

reverdeciendo en amor,

mí corazón te vindica.