Tus manos dicen más que mil palabras
en un ápice de una sola de sus caricias,
velando por la mirada que las halla perfectas,
que silenciosas, aguardan por los labios que las besan.
Tus manos, son un canto a la perfecta desnudez,
el lugar más seguro donde se acoge la expresión,
bendecidas hasta en el rutinario quehacer
implorando con dulce tacto, el sentir de la pasión.
Son esas manos tuyas, piezas indispensables
alojadas en un cuerpo de luz y belleza enloquecedor,
manos, cuya piel, son parte del cielo que se palpa;
y es inexplicable ese vaivén de sus dedos,
ese paseo casi mágico cuando recorren tus cabellos,
y es memorable instante verles en ti, a la par de tu sueño.