La tristeza me envuelve
se apodera de mi ser
las noches…me desgarran
los días…me estremecen
y aunque abandonar la tristeza quiero
¡no pudo! me cautiva…me enajena
todo…todo por quererte a ti.
El tiempo…¡me atormenta!
en mi enemigo se está convirtiendo,
mi destino me tortura
tal pareciera que la vida, está en mi contra.
¡Ay es que amarte, considero mi destino!
y acaricio la idea…que tu vida mi vida sea,
mas el tiempo sigue muriendo
y tú te alejas de mis ojos.
¡Qué triste desconsuelo me cargó!
mi existencia está en constante penitencia
expiación persistente por amarte
y saber…
que vano es mi querer,
a tus ojos mi amor no es preciado;
¡ay el tiempo tiene prisa!
y tu querer no logro conquistar.
Olvidarte quisiera
para de la tristeza alejarme
mas una cosa es el querer
y otra el poder,
por más que intento olvidarte
no logro conseguirlo,
mi amor crece mas
como la espuma en el mar.
¡Ay te sigo amando!
que tortura para mi vida impía
el verte y no poder tenerte;
si tan solo al hablarme
¡me robas el aliento!
me perturbas y confundes
y sin defensas tu me dejas
perdida en el laberinto
de tus ojos hechiceros.
¡Ay esta tristeza que no me abandona!
tristeza por amarte tanto
de sentirme perdida por tu indiferencia,
especulando…si un día mío serás
y el olvido que se rehúsa hacerse presente
casi siento…
que se regodea de la vida mía
viéndome y haciéndome sufrir.
Que suplicio es advertir
que voy muriendo lentamente
y que mi agonía, no la puedas percibir,
que, aunque quisiera olvidarte
te sigo amado…a pesar de mi.
NM de la Rosa
D.R.