Funeral del cadáver de lo eterno,
la promesa de tiempo queda viuda;
lo embalsama presagio del invierno
con su pálido beso de la duda.
A una tumba de olvido los vestigios,
sepultura de ensueño muy cansado;
las memorias de pétalos prodigios
sobre lápida gris de amor pasado.
Son los celos que enferman la confianza,
homicida voraz de primavera;
atraviesa las almas con su lanza,
que es augurio mortal de calavera.
Con el tiempo lo más hermoso muere
si descuidas amor a quien se quiere.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.
Del libro Raíces de la Marea.