Después de aquel después
Yo, que me siento todavía parte
del sueño que escapó de nuestras manos,
yo, que presiento que no fueron vanos
ni el tú quererme ni el yo enamorarte.
Te digo a solas, lejos y sin arte
ni parte y ya sin tiempo ni gusanos,
que, si quisieras, por montes y llanos
vendría a ti, saldría yo a buscarte.
Si escuchas bien, si puedes escucharte,
verás como ya tiemblan los arcanos
que abrimos a la par al encontrarte.
La tierra tiembla ya, caen sus granos
y yo corro hasta ti otra vez a amarte,
recobro así tu luz y mis veranos.
13 06 12