Alma al aire

Llamando al Cielo

 

Llamando a todos 

los santos del Cielo,

a los ángeles,

a los mártires

e incluso a mis abuelos,

a la Virgen,

al Dios Padre,

al Hijo y al Espíritu Santo,

les ruego que me lo cuiden

y protejan bajo su manto.

Llamando al amor divino

para que guarde y fortalezca,

para que bendiga ese corazón

y eleve esa cabeza,

para que mire y fructifique,

para que alivie y alegre el alma,

para que llene su pecho hermoso,

para que siembre valor y calma.

Llamando a los querubines

y a mis antepasados,

conserven todos sus pasos

que él es mi bien amado,

despejen de su camino

las trabas y los cerrojos,

resguarden siempre ese brillo

chispeante de sus dos ojos,

y rebocen la copa llena

porque así yo hoy lo pido

y el amor y las estrellas

me salgan de testigos.

Llamando al Cielo todo,

les ruego no descuidarlo,

protejan sus decisiones

y nunca vayan soltarlo

que luego cuando así sea

yo habré de alcanzarlo

y sumar al divino esfuerzo

mis brazos para cuidarlo.