Extrañándote en mi lecho
vacío de madrugadas
por que no siento tu piel
tu sonrisa y tu mirada.
Tu que eres mi ilusión
tu que eres mi alegría
y haces surcos en mi alma
sintiendo la noche vacía.
Mas yo te tengo en mi alma
en la piel y nuestro lecho
cuando abrazando la almohada
te siento sobre mi pecho.
Tiene el olor de tu pelo
el olor de tu pasión
y aquella lagrima tuya
que brotó del corazón.
Maldita mi pesadilla
que me despierta llorando
y siento tus labios en los míos
y a Dios sonrío rezando.
Ángel Reyes Burgos