Un caballo
tira de un carro,
escucho sus pasos
rumbo al mercado
cada madrugada.
Muchos desean vivir.
(¿Quién comprende
a los que desean
morir?)
No tiene que ver,
pero tampoco importa...
Sólo el desvelarse;
té con leche
y un pucho
en la mano.
En medio del fresco
que golpea,
observo:
el árbol
del frente
perdió
todas sus flores.
Me dirán,
tal vez,
lo contrario
-pero eso
tampoco importa-.
Hablé demasiado...
abusé de un \"ego-tismo\"
barato
y ya ni siquiera
sé lo que digo...