marco augusto

Alma en pena

Se desploma el hierro

de la noche

entre las penumbras

de mis espejismos.

Apagados ramos de violetas

se ahogan

en el corazón esclavo,

de sus remotos recuerdos.

Su piel de aura inasequible

es la roca dura del persistente

silencio,

ave afónica,

que le va cantando al viento,

sombras con sueños

y muerte sin entierro.

La noche es de turbias aguas

donde se bañan mis penas,

rumor de piel dormida

y de alma en pena.