Carlos Alberto Domènech Delgado

COMO EL VIENTO

 

Como una brisa de aire puro

A través del ventanal

Como el aire que respiro

Cada segundo vivido

Como el calor necesario

Para aguantar el invierno

Te presentaste en mi vida

Despertando del letargo


Compartimos el espacio

Compartimos nuestros sueños

Compartimos todo aquello

Que tanto necesitamos

Enfrentándonos a todo

Enfrentándonos a todos

Fueron días inolvidables

Y de amores insaciables


Pero el mundo no es eterno

Ni eternos son nuestros sueños

El infinito no existe

Cuando surgen los reproches

Y esa brisa de aire fresco

Convertida en furia esquiva

Ha helado nuestros sentidos

Y apagado nuestros sueños.