Revuelca el polvo sobre los caminos
desentendiendose con el sol
por veredas empedradas
de muchos destinos.
Contiene sal y humedad,
evita sonrisas y rie con las parcelas,
pero no muestra dudas
que al chocar al porton
pasa de largo sin decir adios
Te llevas el nombre
y el perfume,
y como el tiempo,
pules,
desaces montes
con incesante fuerza
sin ser el mismo
al inicio
o al final