nelida anderson parini

TE QUIERO, SIN RAZONES NI MOTIVOS...

Para entender que te quiero

no preciso hallar motivos.

Mis sentimientos furtivos

buscan en ti su asidero.

 

Tu boca es abrevadero,

copa de místico vino,

dulce néctar que adivino,

misterioso y placentero.

 

Tus ojos límpido cielo

de esperanza cristalina.

Dulce  promesa  divina

donde los sueños cincelo.

 

Es tu voz caudal bravío,

de alegrías un remanso,

mi refugio, mi descanso,

de mí dicha su atavío.

 

De la vida eres caricia

de momento duradero;

que mostrándose certero

al día baña en delicia.

 

Tu abrazo manto caliente,

del pensamiento callado,

que ululando sosegado,

transforma en luz el presente.

 

Abanico de ilusiones,

proyectando haz en el iris.

Humor vítreo en arco iris,

lubrica nuevas visiones.

 

En mi oído eres el canto

inspirador y sincero,

que al despertar mañanero,

imprime mágico encanto.

 

Son tus manos aliciente

nervudo de la bondad.

Traspalando  libertad,

aprisionan tiernamente.

 

Tus besos siembros de amor,

florecidos en primicias.

Razones con las que indicias,

reblandecido interior.

 

Para saber que te quiero

no requiero ni admitirlo,

me basta con consentirlo,

 si a cada instante te espero.

 

Tu mi eterno compañero,

de mi tiempo peregrino.

Conjunción con que el destino,

marca en el alma un sendero.

 

Dentro de mi corazón,

llevo un secreto guardado.

Como a latido tatuado,

palpita en dulce ilusión.

 

Si mi pulsar se acelera,

al evocar de tu nombre.

De mi vida eres el hombre,

que del amor prende hoguera.

 

El que en ardientes motivos

incinera mis desganos.

El que templa con sus manos

mil horizontes  vivos…