El ello, yo y el superyó...
el ser, el hacerlo, el deber ser.
Si lo haces, feliz...
Pero te frenas,
comienzas a dudar,
si vale la pena saltar,
si es lo correcto...
Pasar de civilizado,
a salvaje hambriento.
Puja constante,
entre el instinto
y la conciencia,
el yo en gran controversia
de no saber
el camino a trazar....
La mente,
que maravilla,
tan complicada,
tan suelta,
tan atada,
tan pasional,
con tantos miedos.