Me siento atrapada
en la agonía que provoca tu recuerdo,
en mi rostro sólo lágrimas resbalan
al no saberte aquí.
La noche es testigo de mi dolor,
de éste dolor que me consume lentamente,
de ese que llega hasta el fondo de mi ser
traspasando mi corazón.
No existe parte de mi que no te extrañe,
y es que fuí toda tuya por completo
y aún lo sigo siendo,
porque no quiero otras manos
ni otros labios en mi cuerpo.
Sólo te necesito a ti
quiero ser de ti una vez más,
regalame una noche
y olvidémonos de todo.
Sólo una noche
y que importa si mañana,
si mañana al despertar
tu ya no estás...