El azul intenso palideció al contacto con la fuente de la vida, ahora se escabulle lentamete entre las grietas abiertas por una pequeña lengua de fuego.
La vida saliendo poco a poco, se esfuma lentamente, mientras el universo, con su negrura infinita, llama, invita a visitar las estrellas que se acercan cada vez más.
El etílico sabor de la sangre, se disipa en las entrañas y embriaga con todo su poder el vacío de la noche.