En horas vacias
escucho destinos ,desinios
de amores moribundos
de rosas marchitas.
Fraguando la llaga
pesados como el yunque
solitarios anocheceres
de tanteo entre versos.
No me digas que despierte
estoy esculpiendo tu rostro
en la fina capa de hiedra
que reposa en tu mirar.
De musico a inventor
resortes que saltan
en mis besos hundidos
sabedores de este juego
imprudente.