Carta de despedida
Ámame como lo hacías
Quiéreme desde el recuerdo
No llores alma mía, no me he ido, solo he muerto
Se marcharon mis caricias, y mis besos
Se alejaron los abrazos mañaneros
Pero te dejo mis palabras, dos tesoros, y mis versos
Se que no fui un amante generoso, ni un marido modelo
Se que hice muchas cosas, y de algunas me arrepiento
Solo fui lo que ves amor, montaña de carne y huesos
No quiero llantos ni luto
Ni flores que incinerar
Solo espero que ese día me despidan de verdad
¡Que nadie llore en la sala!
¡Que ya saquen el champán!
Quiero que alcen sus copas y brinden así, sin más
Que brinden por un buen día
Que brinden por el amor
O que brinden por el alma de un idiota al que le han bajado el telón
Las cenizas que te entreguen, no las ames, no soy yo
Espárcelas por el viento, por el suelo, sin dolor
En la intimidad de tu cama, maneja tus manos conmigo
Siente caricias y besos, siente que sigo contigo
Ama el amor que es eterno
Y recuerda que amor mío no me he ido solo he muerto.