josemiguel

Ni a Dios se le puede ocultar

Esa puerta de la entrada de tu casa,
He cruzado muchas veces hacia ti;
Y en tu alcoba he sentido la fragancia,
Que te has puesto en tu cuerpo para mí

Como embrujo me he llenado de tus besos,
Y en tu cama me he llenado de pasión;
Como un dardo que atraviesa por mi pecho;
Y me parte en pedazo el corazón.

En silencio en mis brazos te he tenido,
Y he vivido mucho más que una ilusión;
Son verdades las que ambos recordamos,
Nuestro amor, más que amor, es bendición.

Así querré que marche siempre el tiempo,
Y esa puerta siempre quiero cruzar; dejémosla abierta si tú quieres,
Que prohibido es nuestro amor todos lo saben,
Y ni a Dios se le puede ya ocultar.

Copyright "©" Derechos Reservados 2011
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita