No hace falta hablar, para decir “te quiero”, “te odio” “no quiero tu compañía” “no te perdono” “márchate y no vuelvas” “estorbas” y muchas cosas mas. La mirada todo dice, la manera de recibir, de comportarse, es segura, solo tenemos que estar atentos a gestos, a sonrisas.
Si somos atentos, sabemos lo que piensan, quieren, cual sus objetivos.
Sin los demás se dar cuenta, entramos en su íntimo y entendemos todo. Cuanto mas quieran fingir, peor, toda mi vida he estudiado el comportamiento de las personas, desde joven. Conozco los síntomas, de la falsedad, lealtad, amor, envidia, deseo de hacer daño, haciendo falsas caricias, lagrimas falsas, de pena, riéndose por dentro, palabras de comprensión, que son censuras, rabia por no poder, cambiar salud, por enfermedad, obligar a que tengamos necesidad de sube jugar a su voluntad, todo se entiende, en la manera camuflada de intentar fingir que son buenas personas y solo quieren nuestro bien estar y defendernos de disgustos, de los vilanos o ladrones.
Para algunos, la ley es injusta, tendría que ser su propia justicia, eso, sí, era una maravilla.
Son toda la vida los perjudicados, incomprendidos, los justos, los sacrificados, en su manera egoísta de sentir.
Hacen de la intolerancia, una virtud, de la ganancia dadiva, del de respecto, simplicidad, de la inteligencia, una maquina para lastimar. Y se creen los justos, los buenos, todo lo que hacen es para bien de los demás. Si se llama la atención que no están siendo personas de bien, contestan, “no fue por maldad era para vuestro bien.”
En la vida de personas sencillas, no caben golpes bajos, para tener poder sobre ellas, al revés, quien no debe no teme, seguirán siendo iguales, por muy dictadores que sean los otros nunca impondrán sus ideas, no lo conseguirán.
Que me acuerde, nunca había llevado una desilusión tan grande, quizá por distracción o por exceso de confianza, se me abrió la tierra bajo mis pies, sensación desagradable, triste sin explicación. En un día más atenta, a ias miradas, se hizo luz y vi, lo impensable. No era deseada, estorbaba, mejor que hubiera muerto, hace tiempo, se sentirían dueños del mundo y su egoísmo seria la plena satisfacción, no tendrían que mentir, ni ser hipócritas, rebuscando en falsos sentimientos escusas, para despreciarme.
No hablare, nada comentaré, no merece la pena, pues al abrirse el suelo bajo mis pies, he dejado caer fondo toda la voluntad de ayudar.
Se aprende hasta morir, como estoy viva, he llevado una lección , estoy mas rica, pues el saber, enriquece.
Solo puedo decir, “muchas gracias”
Oporto, 26 de Junio de 2012
Carminha Nieves