Del ayer, del recién, del ahora
recuerdos afloran
y concatenan una escena
que se guarda en la alacena...
Resuelven sin empachos,
el devenir,
desde el ahora,
hasta el partir...
Marcan,
apuntan en el cuaderno,
cada pequeño hecho,
que sucede a diario.
En la madurez,
empiezan a florecer,
ya sean exquisitas frutas,
o amargos duraznos .
De ellos estamos hechos,
son base de la pirámide,
si comienza a tambalear,
habrá que ir hasta allá,
para sacarlos...