A 20 años de tu partida.
Querido padre:
Hoy te mando esta carta al cielo,
hace veinte años desapareciste fisicamente,
a mi corazón llegó la oscuridad y el silencio,
nada ha podido reemplazar tu presencia en mi vida.
Hija del alma mía.
No quiero que sufras más,
he recibido tu carta,
me dio felicidad,
yo no te quisé dejar
fue Dios quien destinó mi partida,
sé que dejé una herida
muy difícil de sanar.
Te he sufrido y te he llorado,
nada me puede consolar,
esta herida que me has dejado
es muy difícil de cerrar.
No me llores hija mía,
yo sé que estás sufriendo,
desde aqui yo te estoy mirando
y quiero secar tu llanto,
no te agobies más,mi encanto
y vive feliz tu vida,
no me des más agonía,
por sufrir verte llorando.
He buscado otros ojos,ningunos con tu mirar,
otras manos me acarician,ningunas tan sinceras como las tuyas,
y tu voz y tus palabras,no las puedo olvidar,
tan solo yo quisiera que pudieras dormir en paz.
Dormiré tranquilamente
mirando tu felicidad,
yo te cuido, no lo olvides,
soy tu luz y pedestal,
conmigo puedes contar
aunque a tu lado no esté,
pero deja de llorar
que nunca te abandonaré.
Tienes razón,ángel mio,
este llanto he de borrar,
para que duermas tranquilo
y me puedas cuidar.
Yo aqui no te olvido,
nunca lo voy a lograr,
entre versos y suspiros
en mi corazón siempre estarás.
Sé cuán difícil te será,
mi querida y amada hija,pero yo descansaré en paz
cuando ya estés tranquila,
sé feliz,hijita mía,
que desde el cielo te cuido,
rézale al Divino cada día y cada noche,
recuerda que El lo es todo
y por mi partida ya no le reproches.
YOLANDA BARRY Y DAVID FERNANDEZ FIS.