Mi problema no es que estés lejos,
que te mantengas distante, invisible.
No. No es eso.
Tú estás siempre en esa línea
entre lo que pienso y lo que existe.
No hay nada ahí afuera
que no tenga un poco de ti.
Mi problema es claro, de palabras sencillas,
de historias viejas,
de gente común.
Mi problema
es que no puedo olvidarte,
que te quiero entre mis brazos,
que no quiero nada de nadie,
te quiero a ti.
No quiero hablar de amor
si no está tu nombre
latente,
palpitante.
Mi problema es muy claro:
sigo enamorado,
tal vez un poco más de lo debido,
tal vez un poco menos de lo absurdo.
Y es un problema tan profundo,
que no sé si algún día
pueda resolverlo.
Carlos Alcaraz
27/06/12