Busco unos ojos de miel llenos de hermosura,
Que me hagan empalagar con toda su dulzura
Y que en su panal de amor me colmen de ternura
Haciéndome nadar en su miel rica y pura.
Busco unos ojos verdes como finas esmeraldas,
Como selva tropical con sus árboles y plantas;
Para poder conquistar su hábitat inexplorada,
Para abonar su terreno con mi hábil mano santa.
Busco unos ojos zarcos como las olas del mar,
Como el vasto cielo azul que me encanta admirar;
Que me arrastre su corriente hacia un profundo amar,
Que me deje sin deseos de en otras aguas nadar.
Busco unos ojos café que me quiten todo el sueño,
Que me hagan delirar por ser yo su único dueño,
Que en mi amanecer su esencia me la tome con empeño,
Mientras mis juegos de amor con sutileza le enseño.
Busco unos ojos negros como un abismo profundo,
Misteriosos como noche que cautiva a todo el mundo;
Para perderme en su sombra y aunque sea duro y rotundo
Probar sus labios carnosos aunque sea por un segundo.