Alma al aire

Amiga mía

 

Quisiera tener la llave

del cofre de tus penas

para dejarlas escapar

y se entierren en la arena,

para llenar ese vacío

de claveles y azucenas

y tejer un sueño nuevo

tan grande como el cielo

y tan profundo como los abismos

de la Tierra.

 

Y abrirte grandes las alas

retraídas de la tristeza,

de tanto luchar sola

contra los vientos y las mareas,

quisiera hacerte libre

de ataduras y de correas

por la sangre que te ata,

por aquella mueca ingrata

y la indiferencia que cada noche

te aporrea.

 

Quisiera ser el consuelo

que has buscado por tantos lares,

quisiera borrar tus recuerdos

de solitarias navidades,

llenarte el alma de ganas

de emprender viejos ideales,

encenderte de nuevo los ojos

que hoy solo son despojos

de alegrías que antaño

fueron realidades.

 

Amiga mía, si tú supieras

cuanto quisiera emparcharte el corazón

y que ya nunca nadie pudiera

romper en pedazos tu tierna ilusión,

poder alumbrar la sombra en tu cara,

poder otra vez devolver la pasión,

amiga mía, cuánto deseo

quitar del pasado todo lo feo

y llevarte de la mano

a descubrir el sol.