¿Será bueno el arrepentimiento?
¿No es intentar volver al Pasado,
vencer al tiempo de sufrimiento,
para cambiar lo ya malogrado?
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Hechos triviales equivocados,
vividos en lejana distancia,
se pierden, contentos, ya eclipsados,
por los que, hoy, sí tienen importancia.
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Tomando errónea decisión,
se toma un camino irreversible;
pierde su importancia la Razón
al volverse el tema irrepetible.
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Si el castigo divino está en mente,
y el arrepentirse es el retorno,
ya, ahora, nos queda, solamente,
alejar el alma de ese entorno.
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Y no es lo mismo el camino inverso
que volverse atrás en el camino...
En la mente del que fue perverso
se perfila un gran reto al Destino.
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Y es ahí donde está nuestro mérito
al recordar un mal provocado
con que nuestro accionar tan pretérito
de alguna forma nos ha angustiado.
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Más, ¿cómo arreglar este problema,
que ha surgido de tanta ignorancia?
Y... solo esperar que este dilema
se pierda de vista en la distancia...
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Por eso, en el final de esta historia
lo que más importa, por paciencia,
que no nos torture la memoria
¡por sufrir la dolida Conciencia!
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Eduardo Faucheux
27-06-2012